Publicado el Deja un comentario

La tranquilidad alarga y mejora nuestra vida

Se han realizado estudios por los que se comprueba que el ruido medioambiental del que muchas veces no nos podemos despegar, empeora nuestra calidad de vida, nuestras capacidades cognitivas y nos acorta la vida.

Por suerte los periodos de tranquilidad pueden revertir estos daños que nos produce nuestro entorno cotidiano dónde no hay un instante sin un sonido que altere o demandé nuestra atención.

  • übermäßig – excesivo
  • der Umgebungslärm – el ruido medioambiental
  • beeinträchtigt – afectado
  • umkehren – revertir, volver atrás
  • ertönen – sonar, resonar
  • der Verkehr – la circulación
  • der Rasenmäher – el cortacésped
  • das Übermaß – el exceso
  • wahrnehmen – percibir, sentir
Publicado el Deja un comentario

¿Porqué el mundo es cada vez más ruidoso? – The Atlantic

Vivimos en un mundo donde cada vez es más difícil encontrar el silencio. A donde vamos hay más o menos ruido. A veces es un ruido de fondo monocorde que a algunos oídos puede pasar desapercibido,  un ruido de fondo de transito de coches,  un ruido de fondo de conversaciones ininteligibles, un ruido de fondo de industrias y talleres, un ruido de mezclas de músicas de fiestas y festivales,… pero un ruido que al fin y al cabo esta ahí, y nos resta paz y tranquilidad, a unos más, los más sensibles y a otros menos los que tiene u oído ya habituado. 

¿Puede  nuestro organismo soportar tanto ruido? Nuestra salud ¿no se puede ver resentida por ese permanente ausencia de silencio?
Hemos llegado al absurdo que a algunas personas el silencio verdadero, cuando lo encuentran les da pavor.

Ruido – Pixabay

In the evenings, after work, Thallikar liked to decompress by taking long walks around Brittany Heights, following Musket Way to Carriage Lane to Marlin Drive almost as far as the San Palacio and Clemente Ranch housing developments. It was during one of these strolls that Thallikar first became aware of a low, monotone hum, like a blender whirring somewhere in the distance. It was irritating, but he wrote it off. Someone’s pool pump, probably. On another walk a few days later, he heard it again. A carpet-cleaning machine? he wondered. A few nights later, there it was again. It sounded a bit like warped music from some far-off party, but there was no thump or rhythm to the sound. Just one single, persistent note: EHHNNNNNNNN. Evening after evening, he realized, the sound was there—every night, on every street. The whine became a constant, annoying soundtrack to his walks.

Origen: Why Is the World So Loud? – The Atlantic